Orientaciones para leer todos juntos
en familia
Durante
los primeros años de vida de los hijos, los padres se esmeran en contarles
cuentos y narraciones orales, lo que supone para los pequeños una inmensa
actividad de disfrute que ayuda a introducir a los niños en el lenguaje
escrito. Por este motivo, Ana Roa, pedagoga y delegada del consejo consultivo y
asesor del Grupo VS, recalca que es necesario buscar un rato y un lugar
confortable para leer todos los días con los pequeños. Así, alejados de los
deberes escolares, la lectura comenzará a ser valorada por sí misma y este
hábito les ayudará a convertirse en lectores futuros.
Al
principio, los niños necesitan a sus padres (ellos no son lectores autónomos),
quieren que se sienten a su lado y les lean historias. "De este modo,
observarán los textos escritos, sus ilustraciones, pasarán las páginas…, se
introducirán en el mundo mágico de las letras a través de cambios de voz, según
los personajes del relato, y convendrá que sean historias breves y disfrutadas
por toda la familia (se fomenta con ello la idea del «todos juntos»). Así, con
la práctica, los pequeños se sentirán dueños del ritmo y de los sonidos de las
palabras, entonando poemas e, incluso, inventando canciones relacionadas con
los cuentos; de este modo, el niño empezará a ser “un lector activo”», asegura
Ana Roa.
Cuando
los niños crecen y se van convirtiendo en chicos, cualquier actividad es buena
para leer: cocinar un delicioso postre y leer su receta, preparar el itinerario
de una excursión con mapas y horarios secuenciados, conocer las noticias del
periódico, saber qué moda es la que se llevará esta temporada… «Los niños nos
imitan, si manejamos continuamente libros, periódicos o revistas, nos
convertiremos en los “mediadores” entre ellos y la lectura», indica esta
pedagoga.
A
veces, cuando pensamos que ya son mayores para escuchar historias y seguir
compartiendo lectura, «es muy probable que estemos equivocados, dado que ellos
necesitan nuestra estimulación continuamente; llevarlos a la biblioteca de
nuestra zona y animarlos a que vayan a la del colegio, será otro de los pilares
básicos para saborear un libro apetecible».
Para
leer mejor y desarrollar la comprensión lectora es bueno tomar nota de las
siguientes recomendaciones:
—Leeré
despacito si la lectura es difícil.
—Lo
haré más rápido si estoy buscando un dato o detalle determinado.
—Me
detendré después de cada fragmento y reflexionaré sobre lo que ya he leído.
—Me
detendré después de cada fragmento y me haré preguntas sobre lo que ya he
leído.
—Leeré
cada línea dos o más veces si tengo que memorizarlo, así lo recordaré mejor.
—Leeré
algunas veces cada párrafo para entender las palabras más difíciles.
—Si
la lectura es nueva, primero haré una lectura rápida para conocer de qué trata,
después otra más despacito para comprender.
—Cuando
termine de leer todo el texto, de nuevo me haré preguntas para saber si lo he
comprendido en totalidad.
—Leeré
prestando toda mi atención, muy concentrado y sin pensar en cosas ajenas a lo
que estoy haciendo.
—Leeré
un ratito sin llegar a cansarme y lo retomaré más tarde cuando haya descansado.
—Si
me encuentro una palabra complicada y que no conozco, la deletrearé y la
anotaré para buscarla en el diccionario o preguntar su significado; una vez
asimilada, continuaré mi lectura.
—Leeré
todo el tiempo que necesite si la lectura me cuesta un poco más, o aún no he
adquirido el hábito de leer con constancia.
—Me
detendré y pensaré que va a ocurrir en el próximo fragmento dentro de mi
lectura, así me implicaré en la trama y me resultará todo mucho más
emocionante.
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