Las claves del ocio para un hogar con niños

Claves del ocio para un hogar con niños

La tecnología ha entrado en nuestras casas, lo ha hecho para quedarse. No, no estamos hablando de las nuevas aspiradoras que andan por los pasillos sin permiso, ni de las neveras que te riñen si se quedan vacías, ni de las placas de inducción que avisan cuando la pasta está al dente, ni siquiera de nuestra querida domótica, no. Hablamos del ocio en un hogar con niños, algo que es evidente en cuanto traspasamos el umbral y que denota no solo un cambio radical de costumbres, sino una nueva filosofía de vida con otras fórmulas para educar e, incluso, una diferente distribución de la casa.

Y es que la clásica «home suite home» ahora parece el enorme cuarto de jugar de Alicia. Donde un día hubiera orden y limpieza rigurosa con concesiones a alguna

manía (pensamos en la colección de vinilos de los 80 con plato sofisticado o la completísima selección de vinos franceses, regalo de boda), ahora todo eso está olvidado, pertenece al pasado, caput. Los bebes han entrado en tu vida y desde la entrada hasta la cocina, tu casa es ahora un reino de colores, de post it fluor, de dibujitos infantiles y mandos de wii estratégicamente perdidos por los rincones. Y no es por nada, pero ni lo de antes, ni lo de ahora. Ahora que se cumplen 50 años de la película de Mary Poppins, no es que tengamos el síndrome de la famosa niñera que llegaba con el viento del Este, pero algo de su responsabilidad tan british, se podría contagiar en las leoneras actuales. Porque si el caos reina por doquier en las zonas comunes, más vale no entrar en el territorio de los pre adolescentes, donde cada día pasan más tiempo con su querida tablet, (jugar en el salón con los padres, ya es de enanos). Estudiar, descargar, chatear y ver pelis, se hace ahora tranquilamente desde la intimidad de tu espacio. Ya no se comparten habitaciones Otra cosa rara: a pesar de la falta de metros, ya no se comparten habitaciones, cada uno tiene la suya, y mal andamos. Algunos psicólogos dicen que cada niño debe de tener su propio espacio, pero lo cierto es que con ello, se ha perdido la necesidad de compartir y de aguardar pacientemente tu turno y está comprobado que es muy importante que aprendan a respetar y a no invadir. Por todo esto, por lo que se ha perdido y lo que no se ha ganado, el departamento de análisis estratégicos de IKEA ha desarrollado un extenso y profundo estudio en varios países sobre la educación de los hijos en el hogar y cuyas principales conclusiones a nivel nacional se resumirían en

los siguientes cifras:

—Un 54% de los padres españoles cree que sus hijos

pasan demasiado tiempo con los video juegos.

—El 73% cree que deberían de ser más creativos en casa.

—El 37% se sienten culpables de esta saturación

tecnológica.

—Un 87% afirma que se lo pasan realmente bien jugando

con sus niños.

—El 90% considera que el juego es esencial en la

educación.

—El 85% cree que en un entorno relajado se aprende

mejor.

—Y un 77% invierte en juegos educativos.

El 73% de los niños prefiere jugar con sus padres

Para muchos, jugar es perder la noción del tiempo y fomentar la creatividad y la imaginación pero, según Eric Van der Does, director de análisis estratégico de IKEA, «algunos padres se han olvidado de los juegos tradicionales y hasta de las canciones que aprendieron de niños. La tecnología ha invadido nuestra vida de tal forma que todavía no sabemos bien cómo repartirla ni cómo incorporarla a sus juegos y encontrar un equilibrio entre lo técnico y lo analógico. El cuarto de los niños es el territorio más importante para ellos. En su cuarto están sus cosas y sus juegos, —la tecnología no es mala en sí, pero hay que saber hasta dónde. En general, las familias españolas son muy conscientes y responsables y tienden a pensar que la tecnología absorbe demasiado y que puede dar valores que no compartimos, o transmitir violencia aún más que con la tv, pero el 73% de los niños en España, todavía prefieren jugar con sus padres incluso en esta época en que la técnica prioriza. No hay que omitir lo tradicional, porque no se sustituye sino que añade” Susana Villalba, por su parte, responsable de ventas de Niños y Familia en la misma empresa, cree que «las madres ahora tienen más información tecnología, en sus trabajos está integrada en el día a día y no se la considera un mal, sino muy favorable en la vida doméstica diaria. Seguramente las siguientes generaciones lo tendrán mucho más claro pues serán nativas en tecnología. Por otro lado, se suple este exceso, con la irrupción en la vida familiar de los abuelos. Es un hecho que hoy día las parejas trabajan, pero la relación con los abuelos se mantiene más viva que antes. Ahora hay muchos niños educados por sus abuelos, por lo tanto, esto refuerza los valores tradicionales; ellos les cuentan sus propias historias, sus vivencias. Algo que pudiera ser un defecto, se está convirtiendo en un punto enriquecedor de la educación actual. Creo que es buenísima opción que convivan las dos generaciones. La sociedad está cambiando mucho y, con ella, las casas y el cambio se detecta hasta en la funcionalidad y en la distribución de espacios. «El espacio compartido es la cocina –dice Susana—. Es el espacio tradicional donde se compartían las intimidades los retos, donde se transmiten traiciones... Si buscas un espacio más íntimo, ahí se preparan las comidas sencillas o más elaboradas, y con ello se arrastra mucha historia. Es el corazón de la

casa junto con el salón». 5 consejos para hacer tu casa extensible y segura

—Adaptarla en el tiempo pues los cambios son tan rápidos que hay que pensar en qué momento está tu hijo.

—Buscar elementos sencillos, y resistentes.

—Orden, orden y más orden: Soluciones de almacenajes prácticas, hay ahora muchísimas en el mercado.

—Que tu casa no se convierta en Disneylandia pues también hay mayores. Hablamos de-convivir.

—La casa es muy importante para que el niño aprenda cómo hay que comportarse, cómo hay que recoger, ordenar. Es importante que averigüen cosas, que el salón se pueda convertir en terreno de juegos, que ellos mismos pueden recoger las cajas de plástico, pero también hay que prestar atención a los materiales y a los colores.